¿Cuál es el sentido de ésta vida? me pregunté cuando tenía 19 años y estaba sumida en una profunda tristeza.
¿Ésto es la vida? ¿Estoy estudiando para el día de mañana levantarme e ir a trabajar a un lugar que no me gusta para sólo ganar dinero? ¿Ganar dinero estando triste? ¿Así? ¿Ésto es? En mi interior se escuchó: “Si ésto es la vida, yo no la quiero”. Y con esas palabras, se abrió un profundo proceso de búsqueda personal. Lo que yo veía y escuchaba en la sociedad no me alcanzaba.
Brotaron de mi interior las preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para qué vengo? ¿Para qué estoy aquí? Luego me di cuenta que éstas eran las “típicas” preguntas de un “despertar espiritual”, yo no las había leído en ningún lugar, en ningún libro; nadie me las había preguntado ni compartido; en mi familia jamás se habían tocado éstos temas. “Con el diario del lunes”, como se dice en Argentina, me doy cuenta que brotaron de mi sabiduría interior.
Así fue como empecé a leer buscando respuestas a mis preguntas. Y yo era de esas jóvenes que no le interesaban los libros para nada, prefería las matemáticas. El primer libro que me compré fue: “Las mujeres que aman demasiado”, luego “Amar lo que es”. Hoy puedo ver que ambos títulos ya me marcaban el camino de sanación. En ese momento, solo leía con la voracidad de encontrar respuestas y paz frente a tanta angustia e insatisfacción.
Con mucho amor, inauguro éste espacio de escritura, mi blog ¿Cuál es el sentido? Darme la posibilidad de escribir desde lo más puro de mi y que mis experiencias vitales inspiren a otras personas; compartir poemas, textos propios que nacieron de mis tormentas emocionales, cuentos que me llegaron y me invitaron a reflexionar o a ver la vida de otra manera; también información sobre espacios, terapias y personas que me han acompañado a sanar.
En definitiva, compartir todo aquello que me hace sentido y que me permitió y permite encontrarle sentido a mi vida.
Respirar el sentido de la vida, porque cuando no hay sentido, todo se vuelve opaco, oscuro, gris, pesado. Yo lo viví, yo lo sentí. Sin embargo, nuestro trabajo es encontrarlo. Ese fue el mío.
¿Cuál es mi sentido de estar viva? Sentir que estoy viva y que me da alegría estarlo. Durante muchos años, me estuve cuestionando “para qué estar viva, ¡no quiero estarlo!”, “nada de todo esto tiene sentido”, “¿por qué tanto sufrimiento y dolor?”. La angustia, la soledad y la tristeza fueron grandes amigas que me acompañaron. Actualmente, por momentos aparecen, pero son como esas amistades de hace muchos años que cada tanto te encontrás y te juntás, pero que no forman parte de tu cotidiano, de tu día a día.
Quiero sumar, aportar, regalar este blog al mundo como un buen amigo, que te acompañe en los momentos que lo necesites, que desees. O un amigo que simplemente está ahí, siempre disponible para ti siempre que acudas a él.
Que disfrutes la compañía. Un buen amigo, una buena amiga es de las cosas más bonitas que nos puede pasar en la vida.
Con cariño,
Romina.